Me enrede en mis propias sabanas blancas con su gran mancha amarillenta.
Ese momento ocasional que en mi mente se presenta como algo mas, y comienzo a tener miedo. Ese miedo paralizante que me deja en un paisaje único y solitario.
Es estos momentos es cuando quiero dejar de lado la imaginación, que después deja secuelas a esa niña adolescente , que mas de alla de sus actos aun permanece esa inocencia y esa crueldad hacia ella misma.
Tonta niña, que cree en el cielo de algodón y pinceles, que canta con los pajaritos, que vuela solo con pensamientos, pero no camina. Tonta niña que no escucha, que no vive ese momento.